LA ELEGANCIA DEL PINGÜINO: Serie Negra (I)

miércoles, 26 de agosto de 2009

Serie Negra (I)



Lo primero que le cruzó por la mente cuando el cañón de la pistola le apuntó, fue que era demasiado joven para morir. Qué banal, pensó. Cuántos infelices habrían muerto pensando lo mismo. Se dijo que si debía abandonar este mundo, mejor hacerlo con un recuerdo bonito, como el de las chicas que se había pasado por la piedra. Pero al hacer memoria, el resultado fue tan deprimente que estuvo apunto de gritar que le disparasen ya y que pusieran fin a una existencia sin sentido.

La verdad es que Sócrates Zacarías siempre se había considerado un hombre valiente. Quizás fuese solo en su propio pensamiento, donde se veía como una especia de Philip Marlowe moderno, pero realmente creía estar capacitado para afrontar cualquier tipo de situación, por complicada y violenta que fuese. Por eso mismo se sorprendió sobremanera cuando al contemplar que su captor retiraba el seguro de la pistola, una pequeña cagada le manchó los calzones. Mirado por el lado bueno, si intentaba propasarse con él, se lo pensaría dos veces cuando le bajase los pantalones.

Lo siguiente en lo que reflexionó fue acerca de lo complicado de las leyes que rigen la dinámica espacio-tiempo. ¿Por qué el tiempo parece congelarse cuando te están amenazando de muerte? El individuo que tenía enfrente apenas llevaba un segundo apuntándole, y a él en cambio le parecieron siglos. Se lamentó de no haber conocido antes esa capacidad para congelar el tiempo, sin duda de una utilidad incalculable en época de exámenes.

Y de repente, sin previo aviso, reparó en algo verdaderamente importante. ¿Y si en vez de pensar en tonterías, intento salvarme? Un detalle importante.

(...)

No hay comentarios: