"Mentalista: sustantivo. Se dice de quien emplea la agudeza mental, la hipnosis y/o la sugestión. Manipulador magistral de la mente y el comportamiento".
Estoy enganchado a "El Mentalista". En esta serie no hay sucesos fantásticos. No hay grupos de guapos perdidos en el Triángulo de las Bermudas. No hay viajes en el espacio-tiempo. Aquí hay un tío muy listo que resuelve crímenes como por arte de magia. Pura observación-deducción. Como Sherlock Holmes.
Es imposible ver a Patrick Jane, el "mentalista", y no acordarse del detective victoriano. Sus métodos son idénticos, aunque con mayor peso de la psicología en detrimento del conocido alarde físico holmesiano (porque sí, Holmes sabía dar unas buenas yoyas, pero que quede claro que no tenía nada que ver con la versión Street Fighter de Guy Ritchie...).
Jane era un psíquico que se ganaba la vida como vidente en la televisión. Un fraude. Un día comete el error de menospreciar en público a un célebre psicópata, "John el Rojo", y éste se venga de él asesinando a su esposa e hija. A partir de entonces, Jane decide redimirse poniendo al servicio de la policía, en calidad de asesor, sus dotes "adivinatorias". Y no habrá caso que se le resista.
El mentalista es un tío elegante y simpático, aunque con un lado oscuro que lo martiriza bajo una fachada (aparentemente) imperturbable. Es humano, y esa es parte de la gracia. Si Holmes se chutaba para sobrellevar el hastío de la monotonía, a éste le carcome la culpa por haber provocado la muerte de su familia. De ahí que su objetivo final, indudablemente, sea cazar a su Moriarty particular.
Pero "El Mentalista" es mucho más que la versión Sherlock Holmes del Siglo XXI. Es una excelente serie policiaca cuyo acierto reside en la personalidad y dotes del protagonista, y su relación con el equipo del Departamento de Investigación de Crímenes de California: la dura jefa Teresa Lisbon; la maciza novata detective Grace Van Pelt y la pareja de abnegados policías Kendall Cho y Wayne Rigsby. Su relación de atracción-rechazo con Kristina Frye, una medium que ayuda de vez en cuando a la policía, y su antagonismo con "John el Rojo", harán el resto.
No perderé más el tiempo intentando convencer de las virtudes de Patrick Jane. Que lo haga él mismo.
2 comentarios:
para que luego digas que no te escribo nada nunca, hombre de prosa fácil y gran recomendador de libros, aqui te dejo mi opinión(es decir, nada)sobre el mentalista:no me gusta... donde este grissom que se quiten los demás!!!
estoy leyendo la mecánica del corazón.
¡¡Gracias por comentar (POR FIN) Myrrrrrrriam!!
Tengo que decirte que me duelen los ojos con solo ver tal comparación. Patrick Jane es infinitamente superior (en todos los sentidos)al zampabollos de Grissom. Sin discusión. Los CSI son una mentira basada en artilugios dignos del Inspector Gadget. El Mentalista es una mentira basada en el romanticismo holmesiano de la profesión detectivesca. Mola mucho más.
Por cierto, no me hablaron muy bien de La Mecánica del Corazón. Ya me dices a ver...
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