LA ELEGANCIA DEL PINGÜINO: ¡Viva la República!

martes, 14 de abril de 2009

¡Viva la República!


Hoy, 14 de Abril de 2009, se cumplen 78 años de la proclamación de la II República española: la primera experiencia realmente democrática de España.

Puede que haya malintencionadas mentes que discutan esta afirmación, defendiendo que durante el periodo de la Restauración (1871/1931) en España ya existía un régimen democrático semejante al sistema bipartidista británico; pero nada más lejos de la realidad. Estas voces (ligadas siempre a la derecha), intentan deslegitimar la validez de la II República como primera democracia real de nuestro país dado el fuerte lazo existente entre republicanismo e izquierda. Si estas mismas voces (en la actualidad autoproclamadas defensoras de la democracia y del liberalismo más absoluto) tuviesen que padecer un sistema democrático tan falseado y corrupto como el de la Restauración, se echarían las manos a la cabeza. Un sistema político basado en el caciquismo y en la libertad absoluta del rey para quitar y poner presidentes y gobiernos a su antojo, no puede considerarse bajo ningún concepto "democrático".

En esta misma línea de pensamiento conservador podríamos situar a los que acusan de golpistas a los republicanos que promovieron la venida la "niña bonita" en Abril de 1931. Si bien hay que empezar reconociendo que la instauración de la II República puede considerarse ilegal desde el punto de vista teórico, ningún demócrata puede negarle su legitimidad moral. Desde finales de 1930 la monarquía estaba tocada de muerte: su aquisciencia con la dictadura de Primo de Rivera (1923/1929) había hundido la popularidad de Alfonso XIII, y el sistema pseudo-democrático que lideraba se demostraba inoperante para afrontar la realidad del país. Así, desaparecidas las bases del sistema parlamentario de la Restauración y tras el fracaso de la vía autoritaria de Primo de Rivera, al rey no le quedaba sino llevar a cabo un proyecto de vuelta a la normalidad constitucional. Para ello, Alfonso XIII programó una serie de elecciones escalonadas, empezando por las elecciones municipales del 12 de abril 1931, que serían (astutamente) enfocadas por los sectores republicanos como una especie de plebiscito a la Monarquía. Si bien los resultados formales (y aquí surge la polémica) fueron claramente favorables a las candidaturas monárquicas, que dominaban el campo, los republicanos arrasaron en los principales centros urbanos del país (entre ellas, 41 de las 50 capitales de provincia). El voto urbano, sin duda el más difícil de manipular (ya que estaba fuera del alcance de los métodos caciquiles que dominaban el medio rural, incluido el del artículo 29 de la ley electoral, por cual se evitaba la elección allí donde solo se presentase una candidatura), era claramente republicano, lo que unido a una rápida capacidad de movilización, hizo estallar la euforia popular provocando que miles de personas saliesen a las calles pidiendo pacíficamente la llegada de la República. Fueron 48 horas de entusiasmo popular, de una verdadera revolución cívica que acabó provocando la marcha del rey y la proclamación de la II República. Pero que nadie se lleve a engaño: el rey ni abdicó, ni renunció. Alfonso XIII solo accedió a dejar el país cuando comprobó que las fuerzas del Estado se negaban a actuar en contra del pueblo.

Por lo tanto, ¿fueron las elecciones de 1931 un golpe de Estado? La realidad parece decirnos que no. Discusión aparte merecería el hecho de considerar justificada la toma de poder por la fuerza si con ella se acaba con un regímen fraudulento y se instaura una verdadera democracia.

Por último, queda referirnos a otro tópico que defiende buena parte de los sectores más rancios de nuestro país: la demagoga acusación de que los que festejamos la llegada de la II República española ignoramos todos los errores que en ella se cometieron. La acusación es tan absurda que no merece la pena ser rebatida. Baste decir que lo que se celebra cada 14 de Abril es el espíritu con el que nació el proyecto republicano de 1931, la ilusión con las que millones de españoles decidieron encender una luz modernizadora y democratizadora que iluminase a un país cegado por las tinieblas del retraso. Y sí, claro, también se brinda porque algún día, esperemos que cercano, se pueda decir que España es un país en el que todos sus ciudadanos son iguales.

SALUD Y REPÚBLICA.

4 comentarios:

yo dijo...

!Dios Santo! Para qué me habré comprado yo, la Pequeña historia de España.
Si piensas continuar con las "narraciones históricas" ampliándolo a nivel internacional, avísame, que tengo pensado comprar la Pequeña historia del Mundo (novedad de este mes que tendremos al 84% en mayo).
Que polivalente yes, lo mismo hablas del futbol que de Historia. Tu vas llegar mu lejos chaval!!!!

Andrés Carrillo Miras dijo...

la modelo que representa la imagen alegórica de la república fue la segunda esposa de Ramón Franco, Héroe de la azaña del Plus Ultra, republicano hasta la médula y hermano (oveja negra). del General Franco. Una vez fallecido su hermano el generalísimo se encargó de hacerle la vida imposible a su cuñada y su sobrina.
Que paradojas de la vida, mientras que un hermano fue héroe el otro se quedó solo en dictador.

Anónimo dijo...

jajaja tas faltal!!¿de dónde copiaste esto? jaja ¿o practicas pa las opos??
A.

Alguien dijo...

Pero que bien hablas(/escribes)!