-Disculpa, estoy buscando una librería que abre los domingos, al final de esta calle, muy grande...de dos plantas.
El chico, desconcertado, le responde:
-¿Ésta?
El hombre, sorprendido, no puede ocultar un gesto de felicidad y le dice entusiasmado:
-¿Ésta? ¡Perfecto! ¡Quiero papel cebolla!
El chico, reprimiendo una sonrisa, le contesta amablemente:
-Lo siento, pero no trabajamos artículos de papelería.
-¡Vaya! -exclama el hombre- a ver dónde encuentro yo ahora otra librería en esta calle, grande, que abra los domingos y que tengan papel cebolla...
2 comentarios:
Jajaja... Muy grande. No me imagino a quien le pueden ocurrir esa serie de cosas. Supongo que será alguien inteligente, bien parecido y con un increíble poder para hacer que la gente vote por su blog.
Maése Calamar, reproduzco aquí esta historia con su permiso. Y aún hay más...
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